¿Alguna vez te has encontrado al abrir una botella que la zona del corcho que estaba en contacto con el vino brillaba? ¿Qué tenía unos pequeños depósitos de cristal adheridos al corcho? Ese fenómeno se llama “los diamantes del vino”.

DIAMANTES DEL VINO

Si alguna vez te has encontrado estas cristalizaciones al abrir una botella de vino tinto, no te asustes, estos cristales no afectan a la calidad del vino. Los llamados diamantes del vino son conocidos químicamente hablando como bitartrato de potasio o de calcio. Se forman cuando el ácido tartárico, un componente natural que se encuentra en las uvas, se une con los cationes mencionados en condiciones de frío y mucho movimiento, como el de las olas del mar, y forman una sal cristalina que se une al corcho.

Algunos varietales, como el Tempranillo, tienen una alta carga, por lo que son vinos propensos a tener precipitaciones tartáricas y por lo tanto, diamantes. En todo caso, estos cristales no son nocivos ni para el consumidor ni para la calidad del vino y su aparición simplemente indica que se trata de un producto natural que proviene del fruto de la vida.