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flysh de bizkaia barrika plentzia y gorliz

El flysch oculto de la Bahía de Plentzia y Gorliz: un tesoro geológico junto a nuestra bodega submarina

Cuando el sol cae sobre la bahía de Plentzia y Gorliz, (a 20 minutos de la ciudad de Bilbao) la costa parece transformarse. Las mareas revelan un paisaje rocoso lleno de líneas inclinadas, como páginas abiertas de un antiguo libro de piedra. Son los estratos del flysch, una formación geológica que guarda millones de años de historia bajo los pies de quien recorre esta costa de Uribe Kosta, en el corazón de Bizkaia.
Y justo bajo esas mismas aguas, en este entorno privilegiado, Crusoe Treasure guarda otro tipo de legado: vinos submarinos que maduran en silencio dentro de una bodega-arrecife artificial, donde el mar, la ciencia y la naturaleza se dan la mano.

En este artículo te invitamos a descubrir qué es el flysch, cómo se formó, qué hace único al de la Bahía de Plentzia-Gorliz, y cómo puedes disfrutarlo a través de nuestras experiencias marítimas y enoturísticas.

¿Qué es el flysch?

La palabra flysch proviene del alemán y significa algo así como “fluir” o “deslizarse”. Describe un tipo de formación sedimentaria compuesta por capas alternas de materiales duros y blandos —areniscas, calizas, margas y lutitas— depositadas en el fondo marino durante millones de años.
En la costa vasca, estas capas han sido levantadas, inclinadas y erosionadas hasta quedar expuestas al aire y al mar, formando acantilados de líneas paralelas tan rectas y definidas que parecen cortadas a cuchillo.

El resultado es un paisaje fascinante, un “milhojas geológico” donde cada capa cuenta un episodio del pasado de la Tierra: antiguos fondos oceánicos, periodos de calma y de tormenta, movimientos tectónicos, choques de continentes… todo está escrito ahí, en el mismo escenario donde hoy rompen las olas del Cantábrico.

Cómo se formó el flysch de la costa de Uribe Kosta

Hace más de 100 millones de años, el área que hoy ocupan Barrika, Plentzia y Gorliz estaba cubierta por un mar profundo. Los sedimentos se iban depositando en su fondo: arenas, limos, conchas y arcillas transportadas por corrientes submarinas.
Durante millones de años, esas partículas se comprimieron y transformaron en roca, formando capas sucesivas que se apilaban unas sobre otras.

Después, el movimiento de las placas tectónicas —especialmente el choque entre la placa Ibérica y la Euroasiática— plegó y levantó el terreno. Las capas sedimentarias que antes estaban horizontales se inclinaron y emergieron, formando los espectaculares acantilados inclinados que hoy vemos en toda la costa de Bizkaia.

Con el paso del tiempo, la fuerza del mar modeló esas estructuras: las capas más blandas se erosionaron antes, mientras que las duras resistieron. Así se generaron las formas escalonadas, las grietas y los relieves que tanto caracterizan al flysch.

Cada línea visible en el acantilado representa miles de años de historia. Observarlo es, literalmente, mirar hacia el pasado geológico del planeta.

El flysch de Plentzia-Gorliz: un tesoro discreto y accesible

Aunque los flysch más famosos del País Vasco se encuentran en la costa de Zumaia y Mutriku, el de Plentzia-Gorliz posee un encanto muy especial: es más íntimo, más accesible y más cercano al visitante.

En esta bahía, el flysch se muestra en fragmentos elegantes, visibles desde el paseo costero o desde la misma playa, sobre todo en la zona de Astondo y los acantilados que conducen hacia Barrika.
Las capas se inclinan suavemente hacia el mar, y su color varía del gris pizarra al ocre, según la luz y la marea. Cuando el agua baja, quedan al descubierto pequeñas plataformas rocosas que permiten caminar literalmente sobre millones de años de historia.

En Uribe Kosta, el flysch no es sólo un fenómeno geológico: es un elemento identitario del paisaje. En pocos lugares del mundo se puede contemplar, a tan poca distancia de una playa urbana y de un puerto, un corte natural tan revelador del fondo marino prehistórico.

Cómo disfrutarlo: rutas y miradores

Para quienes quieren explorar el flysch de la bahía, hay varias formas de hacerlo:

  • A pie, siguiendo el paseo litoral que une Plentzia y Gorliz. Desde el puerto hasta el faro de Gorliz, el camino ofrece miradores naturales desde los que se distinguen perfectamente las líneas de estratificación.

  • Desde el mar, embarcándose en una de nuestras experiencias en barco de Crusoe Treasure. Navegar frente a los acantilados permite observar la inclinación de las capas y cómo el mar ha ido esculpiendo las rocas durante millones de años.

  • En kayak o paddle surf, para los más aventureros, que pueden acercarse hasta las formaciones más bajas y ver de cerca los pliegues, grietas y fósiles que salpican la roca.

La mejor hora para contemplarlo es con la marea baja, cuando las rocas quedan expuestas y la luz del atardecer resalta sus colores. Es un espectáculo natural que cambia cada día, como un lienzo que el mar retoca constantemente.

Donde el mar y la roca se encuentran: la bodega-arrecife de Crusoe Treasure

Justo en el corazón de esta misma bahía donde el flysch aflora, Crusoe Treasure ha creado un proyecto pionero en el mundo: una bodega submarina que también funciona como arrecife artificial.
Allí, a varios metros de profundidad, envejecen nuestros vinos rodeados de vida marina dentro de una infraestructura construida hace mas de 15 años, con hormigón y acero y pensado para convertirse en un hábitat natural para lasespecies y nuestros vinos. Las corrientes, la presión y la temperatura constante del mar mejoran y diferencian la evolución del vino, dotándolo de matices únicos imposibles de conseguir en tierra.

Con el paso del tiempo, las estructuras de hormigón que conforman el arrecife y bodega que albergan las botellas, se han convertido en refugio de cientos de especies: más de quinientas formas de vida marina han sido registradas en nuestro arrecife, desde esponjas y anémonas hasta pequeños peces y crustáceos y numerosos tipos de algas.
El fondo de la bahía es hoy un laboratorio natural de biodiversidad, y el mar que moldea el flysch es el mismo que da forma y carácter a nuestros vinos.

Esta conexión entre geología, mar y vino es lo que define la filosofía de Crusoe Treasure: respetar el entorno, aprender de él y compartirlo a través de experiencias auténticas.

Nuestras experiencias: el flysch desde el mar y el vino desde el corazón

Una de las formas más especiales de conocer el flysch de Plentzia-Gorliz es hacerlo de la mano de nuestras visitas guiadas.
Durante la travesía en barco por la bahía, nuestros guías explican cómo se formaron las capas de roca, cómo influye el relieve submarino en las corrientes y cómo todo este entorno se relaciona con el ecosistema que protege nuestra bodega.

Desde la cubierta, los visitantes pueden contemplar los acantilados, el flysch y el horizonte mientras degustan algunos de nuestros vinos submarinos. Es una experiencia sensorial completa: se mira la historia en las rocas, se escucha el sonido del mar, se saborea el vino que madura bajo esas mismas aguas.

También ofrecemos opciones de catas en tierra, combinadas con una introducción a la geología local, visitas culturales por el entorno de Uribe Kosta y actividades en colaboración con empresas de turismo sostenible de la zona.
Cada experiencia está pensada para conectar ciencia, naturaleza y emoción, y para que cada visitante sienta que forma parte del paisaje.

Un relato compartido entre piedra y vino

El flysch y nuestra bodega-arrecife comparten algo esencial: ambos son el resultado del paso del tiempo y la acción del mar.
Mientras las capas de roca se formaban lentamente bajo los océanos prehistóricos, nuestras botellas reposan hoy bajo las olas, madurando a su propio ritmo en un entorno igualmente único.
Ambos guardan historias que sólo el mar sabe contar.

Caminar junto al flysch es mirar hacia atrás en el tiempo. Degustar un vino submarino es, de alguna manera, probar el presente del mismo mar que dio origen a esas rocas. En Crusoe Treasure creemos que esa conexión —entre geología, mar, vida y vino— es lo que convierte este rincón de la costa vasca en un lugar realmente excepcional.

Planifica tu visita

📍 Ubicación: Bahía de Plentzia-Gorliz, Uribe Kosta, Bizkaia, España. Puedes llegar en Metro desde Bilbao, y bajarte en la última parada del Metro, Plentzia, desde ahí es un paseo precioso.
🚤 Experiencias: Visitas en barco, catas en tierra, experiencias personalizadas.
🌊 Qué ver: Acantilados del flysch, playa de Gorliz, puerto de Plentzia, mirador del faro, bodega-arrecife de Crusoe Treasure.
🍷 Qué vivir: El encuentro entre la geología milenaria y la innovación enológica submarina.

Te invitamos a descubrirlo por ti mismo: ven a conocer el flysch, el mar y los vinos que el Cantábrico guarda en secreto.
Porque en la Bahía de Plentzia y Gorliz, la historia de la Tierra y la pasión por el vino se funden en una misma ola.

👉 Reserva tu experiencia en www.crusoetreasure.com

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