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El desafío de construir un arrecife artificial en el Cantábrico

El desafío de construir un arrecife artificial en el Cantábrico

El desafío de construir un arrecife artificial en el Cantábrico https://underwaterwine.com/wp-content/uploads/2023/02/bodega_arrecife3-scaled.jpg 2560 1696 Crusoe Treasure Crusoe Treasure https://secure.gravatar.com/avatar/a92b316a884d4396bd179329ef230451

La Bahía de Plentzia, en la costa vasca, no es solo un escenario de extraordinaria belleza natural, sino también un entorno desafiante que pone a prueba a quienes desean trabajar en armonía con el mar.

En este rincón del Cantábrico, las olas y las corrientes han moldeado durante siglos el paisaje costero y subacuático, creando un entorno dinámico y, a menudo, impredecible. Para nosotros que decidimos envejecer nuestros vinos bajo el mar, estas condiciones extremas representaban un reto único que dio lugar a la creación de una infraestructura submarina innovadora: una bodega submarina-arrecife artificial hecha de hormigón y acero.

¿Por qué construir una infraestructura submarina?

El mar Cantábrico es conocido por su fuerte oleaje, especialmente durante los temporales de invierno. Las olas en la Bahía de Plentzia pueden superar los 5 metros de altura, generando una energía que fácilmente dañaría botellas de vino sumergidas sin protección. Para garantizar la integridad de estas botellas y al mismo tiempo aprovechar el potencial del entorno marino, decidimos construir una estructura robusta que cumpliera dos objetivos principales: proteger el vino y beneficiar al ecosistema marino.

Un arrecife artificial para el vino y la vida marina

El diseño de nuestra infraestructura no se limitó a la protección de las botellas. Desde el inicio, concebimos nuestro proyecto como un experimento de sostenibilidad, creando un arrecife artificial que no solo resistiera la fuerza del mar, sino que también fomentara la vida marina.

Un arrecife artificial es una estructura creada por el ser humano para replicar las funciones de un arrecife natural. Estas estructuras, hechas de materiales como hormigón, acero o incluso barcos hundidos, proporcionan refugio, alimentación y espacio para la reproducción de diversas especies marinas. En nuestro caso, utilizamos módulos de hormigón armado y acero diseñados específicamente para soportar las corrientes y olas del Cantábrico, mientras que sus cavidades y superficies rugosas fomentaban la colonización por algas, corales y otros organismos.

Beneficios ecológicos comprobados

El arrecife artificial que construimos en Plentzia ha demostrado ser un modelo de sostenibilidad y resiliencia marina, según estudios realizados entre 2012 y 2017.​

Nuestros módulos (piezas del arrecife artificial) no solo han servido como refugio para especies locales, sino que también han actuado como hábitats para especies bioindicadoras sensibles a las perturbaciones ambientales provocadas por el cambio climático, como Calliblepharis ciliata y Gelidium corneum.

En el informe del seguimiento biológico de la bodega submarina, se documentaron más de 100 especies marinas diferentes colonizando las estructuras, incluyendo peces como Scorpaena porcus, invertebrados como las quisquillas, y algas que indican buena calidad ambiental. Este éxito refuerza la importancia de los arrecifes artificiales como herramientas de conservación en zonas afectadas por actividades humanas y por el cambio climático.

Arrecifes artificiales alrededor del mundo

Nuestro arrecife es sólo uno entre muchos. En Japón, los arrecifes artificiales han ayudado a restaurar poblaciones de peces después de décadas de sobrepesca. En Estados Unidos, barcos hundidos en el Golfo de México han creado ecosistemas prósperos. Incluso arrecifes artificiales pequeños, como el creado en la Bahía de Plentzia por la bodega submarina, pueden tener un gran impacto a nivel local, actuando como microreservas de biodiversidad​.

Un reto con sentido

Para Crusoe Treasure, el proyecto de construir un arrecife artificial bajo el mar Cantábrico no fue simplemente un desafío técnico; fue una oportunidad para demostrar que la sostenibilidad y la innovación pueden ir de la mano. Cada botella que sale de nuestra bodega submarina no solo cuenta una historia de envejecimiento bajo el agua, sino también de contribución al ecosistema marino.

Así, enfrentamos el bravo mar Cantábrico con la certeza de que nuestra infraestructura no solo protege nuestro vino, sino que también protege la riqueza de la vida marina que forma parte de nuestro hogar.

Y ahora, que sabes más sobre nosotros, ¿quieres catar uno de nuestros tesoros?