Los “Diamantes del Vino” según el tipo de varietal

¿Qué son y por qué aparecen en los vinos Crusoe Treasure?

Los “diamantes del vino” son pequeñas cristalizaciones que a veces se encuentran en el corcho o en el fondo de las botellas de vino. Químicamente, se conocen como bitartrato de potasio o bitartrato de calcio, y son el resultado de la combinación del ácido tartárico, presente de manera natural en las uvas, con ciertos cationes como el potasio o el calcio. Este fenómeno ocurre especialmente bajo condiciones de frío o en ambientes dinámicos, como los que se experimentan en la crianza submarina de vinos, una técnica que la bodega Crusoe Treasure ha perfeccionado al sumergir sus botellas en el mar.

La aparición de estos cristales no es un defecto, sino una señal de autenticidad y un indicativo de que el vino ha sido elaborado con un bajo nivel de manipulación química. Además, su presencia no afecta negativamente el sabor, aroma o calidad del vino, por lo que muchas personas los consideran una curiosidad natural fascinante.

Factores que influyen en la formación de diamantes del vino

La probabilidad de formación de “diamantes del vino” varía según varios factores:

• El contenido de ácido tartárico en la uva.
• El nivel de potasio o calcio presente en el vino.
• La temperatura durante la fermentación, crianza y conservación.
• La técnica de crianza, como la submarina, donde las bajas temperaturas y el movimiento del mar favorecen su aparición.

¿Qué probabilidad hay de que se formen los diamantes según el tipo de uva?

Garnacha Tinta  
La Garnacha tinta, conocida por su equilibrio entre acidez y dulzura, contiene niveles moderados de ácido tartárico. Esto significa que la probabilidad de formación de cristales en vinos elaborados con esta variedad es moderada. Sin embargo, si el vino Garnacha tinta ha sido sometido a temperaturas frías durante la crianza (como la crianza submarina), la probabilidad aumenta significativamente. Este tipo de uva puede producir vinos con “diamantes” cuando se embotellan sin tratamientos como la estabilización tartárica en frío, que elimina estos cristales.

Garnacha Blanca  
La Garnacha blanca, al igual que su contraparte tinta, tiene un contenido medio de ácido tartárico, pero en este caso, la probabilidad de formación de cristales puede ser ligeramente mayor en comparación con la Garnacha tinta. Esto se debe a que los vinos blancos suelen conservarse en frío durante más tiempo, ya sea en su elaboración o almacenamiento, favoreciendo las condiciones para la cristalización. Los vinos blancos de Garnacha que han pasado por crianza submarina son particularmente propensos a mostrar estos “diamantes”. Al ser vino blanco, es mas difícil apreciarlos en el corcho, pero con una linterna, enseguida se perciben cuando el corcho está seco, ya que si está húmedo es mas difícil observarlos.

Tempranillo
El Tempranillo, una de las variedades más cultivadas en España, tiende a tener un nivel elevado de ácido tartárico. Esto lo hace especialmente susceptible a la formación de cristales de bitartrato, particularmente en vinos tintos jóvenes o criados bajo condiciones naturales como las de Crusoe Treasure. El Tempranillo, con sus taninos equilibrados y alta concentración de minerales, suele ser una variedad “amiga” de los diamantes del vino.

Albariño
El Albariño, con su carácter fresco, alta acidez y buena concentración de ácido tartárico, presenta una alta probabilidad de formar diamantes del vino. Esto es particularmente evidente cuando los vinos no han sido sometidos a estabilización en frío. En la crianza submarina, el Albariño puede generar cristales de manera destacada debido a las bajas temperaturas que se experimentan bajo el agua.

Chardonnay
El Chardonnay, conocido por su versatilidad, también contiene niveles altos de ácido tartárico, especialmente en climas más fríos. Esto lo convierte en una variedad propensa a generar cristales de bitartrato, particularmente cuando no se filtran o estabilizan en frío antes de su embotellado. Sin embargo, en climas cálidos, donde los niveles de ácido tartárico son menores, la probabilidad disminuye.

Cabernet Sauvignon
En el caso del Cabernet Sauvignon, el contenido de ácido tartárico tiende a ser más bajo que en variedades como el Tempranillo o el Albariño. Por ello, los “diamantes del vino” son menos comunes en esta variedad, aunque aún pueden aparecer en vinos no tratados y criados en ambientes fríos, como la crianza submarina.

Verdejo
Los vinos elaborados con Verdejo, por su acidez brillante y elevada concentración de ácido tartárico, tienen una probabilidad relativamente alta de desarrollar cristales de bitartrato, especialmente si no han sido estabilizados previamente. Esto los convierte en candidatos ideales para mostrar la belleza de los diamantes del vino.

La crianza submarina y los diamantes del vino

La técnica de crianza submarina, empleada por Crusoe Treasure, intensifica la formación de “diamantes del vino”. Las condiciones del mar, como la temperatura constante, la presión y el movimiento de las olas, favorecen este fenómeno natural en vinos que se elaboran con los métodos mas tradicionales evitando todo tipo de procesos industrializados. Esto no solo añade un elemento visual único al vino, sino que también resalta la pureza y autenticidad de su proceso de elaboración.

En definitiva, la formación de estos cristales varía según la variedad de uva y las técnicas de producción, pero siempre se perciben como una señal de calidad y naturalidad en el vino. Así que, si encuentras “diamantes del vino” en una botella de Crusoe Treasure, estás disfrutando de una experiencia única y de un producto elaborado de manera genuina.

Adquiere ya tu botella y descubre en el corcho los diamantes del vino.