“Hay una conexión del mar con el vino”

Antonio T. Palacios, Director enólogo de Bodega Crusoe Treasure, en una de sus visitas rutinarias a la bodega submarina, coincidió con una de nuestras experiencias de enoturismo. No suele ocurrir a menudo, pero en esta ocasión quienes asistieron a la visita pudieron disfrutar de todo el conocimiento de Antonio de primera mano, en un entorno ameno e informal, disfrutando del vino, del mar y de la increíble Bahía de Plentzia.

Siempre es un placer escuchar a Antonio, por eso, para quienes no pudisteis estar, queremos haceros partícipes de su visita.

Antonio compartió sus vivencias y anécdotas: “Al principio dices – esto es puro marketing- pero no, hay mucho más, hay una conexión del mar con el vino”.

“La primera vez que vine era bastante incrédulo. Un año antes me había llamado un periodista para una entrevista. Me dijo: tenemos al otro lado del teléfono a uno que hace vinos submarinos y queremos un enólogo que diga qué ocurre. Yo dije que si el cristal es completamente impermeable y la botella está bien cerrada, no tenía por qué pasar nada. En fin…metí la pata.

Un año después conocí el proyecto, conocí a Borja. Haciendo análisis químicos te das cuenta que el vino tinto bajo el mar es mucho más violáceo, conserva la juventud. Pero, ¿por qué? Por intercambios gaseosos. Evidentemente eso acelera lo que nosotros llamamos copigmentación. Es una polimerización de las substancias coloreadas y las hace más estables. Al final, analíticamente lo ves y en cata también.

El Duet es un  producto que es el mismo vino tierra que atesorado en el fondo del mar. En una cata tú mismo lo puedes experimentar en directo. ¿Qué te gusta más “el tierra”? No pasa nada. Puede pasar, por supuesto, pero probablemente te guste mucho más el submarino. Lo que te va a convencer es que los vinos son diferentes. Eso con toda seguridad.”

¿Qué conseguimos con el atesoramiento submarino?

Recuperando entrevistas pasadas realizadas a Antonio, citándole podemos decir que: “Conseguimos vinos redondos, suaves, amables y muy ágiles en cuanto a aroma y gusto.”

En la crianza del vino nosotros planteamos casi la “antienología”. Trasmitimos toda la energía del mar, la corriente, las olas, las mareas, el efecto de la luna…todo ello tiene indudablemente tanta fuerza que se tiene que trasmitir al interior de la botella y lo que conseguimos con eso es un vino muy quieto, muy suave y muy rico al paladar

Si tienes curiosidad y aún no has catado nuestros vinos…¿A qué esperas?